Que peor sensación,
que la que te afloja las piernas,
te arruga la pera,
te cierra los ojos,
y te hace teblar las manos.
La que no sabes como
te puede hacer reaccionar,
que te acelera el corazón.
La misma que queres que
se valla rápido,
la que te da ganas de meterte bajo
lo que sea que te proteja
a vos y a todas tus personas queridas.
.
No sabes como puede terminar tu vida en esa situación,
que te hace sentir eso, ¡Suena demaciado trágico, pero asi es!
.
Lo que menos te esperas es terminar un día tan
bello como es la Pascua, con un miedo metido
en tu corazon y tu memoria. No llegó a concretarse
ese miedo, pero estubo, y para otro seguramente,
lo fué, a esas personas les deseo lo mejor.
.
Un desvió tuvimos, por las protestas, y los cortes
que hubo en las diferentes rutas. Sin ninguno
saber tomar otro camino, más que el de siempre, el
habitual. Con un poco de temor, por obligación de estos
cortes, no nos quedó otra que cambiar el rumbo, girar,
y realizar otro camino, para no quedar solos andando
el nada, bajo la oscuridad de la noche seguimos a las
a las otras ruedas, a las otras luces, parecidas a la nuestras.
Formando una caravana, de adelante hacia atrás eramos los
segundos. Ya de por si el aire no era tranquilo, volaban
nervios, y broncas. El primero, es decir el de adelante
nuestro hiba a paso de tortuga, por miedo a que los caminos
ondulados por los que andabamos le pudieras llegar a lastimar
su nave. Eso ya de por sí enojaba a los que estabán atras en la
fila. Derrepente balisas, con el fin de que los muchos que
estabamos viendo retrocedamos, que por los de atras atras
no podiamos. Luces, luces y bosinasos. Hasta que al fin
arrancó con velocidad lo que no habia hecho antes.
Nos resultó raro, hasta que vimos tres personas, con
palos y piedras en las manos, tapados, con una mirada
enrogesida y penetrante que realmente causaba miedo.
No hace falta aclarar con la mala intención que venian,
de hacer daño a alguien, por algo material.
Arrancamos, y cuando rosaron nuestra nave, en mi mundo
el tiempo se freno, esa sensación de la que antes
hablaba apareció sin aviso previo, sin pedir permiso.
Por suerte una luz en mi mente se prendió:
Al lado mio, tenía a mi perra., (ovejero alemán)
dientes grandes, y si la vez a simple vista, te puede llegar
a asustar, si la conoces no. Bueno, las dos estabamos en la parte
de atrás, ella durmiendo, al prenderse esa luz dentro de mi,
cuando estos individuos querian hacernos el mal,
la levante, le abri la boca, y la pellisque para que parara las orejas
y se muestre. No se si eso fué los que nos salvó de ese mal, momento.
Pero ese granito de arena que puse, yo creo que ayudo.
De solo pensar lo que nos podría aver pasado,
el temblor de las manos, las arrugas en la pera,
y las piernas flojas aparencen como si nada.
PERO YA PASO.
